Carta del presidente sobre las medidas adoptadas por el SAS en relación a los cargos intermedios y la exclusividad

En el año 1986 conocí a una anestesióloga procedente de Madrid que obtuvo plaza en el mismo hospital que yo. Se trataba de una persona íntegra, que cuando tuvo que acceder a obtener el complemento de exclusividad en el Sistema Sanitario Público Andaluz, pensó que teniendo cuatro hijos le iba a ser imposible contemplar esa “exclusividad”. Entendía que se le exigiría más grado de implicación, por lo que la rechazó aún no teniendo consulta privada ni ningún ingreso extra que no procediera de la Seguridad Social. Con el paso de los años comprobó cómo no había ningún tipo de diferencia entre sus compañeros que percibían el complemento de exclusividad y ella. Realizaban las mismas horas de trabajo, las mismas funciones, las mismas guardias, etc. y sin embargo por estar por las tardes jugando al golf o montando a caballo o disfrutando de su familia ganaban 600 euros más al mes que ella, que cuidaba de sus hijos y que honestamente pensaba que no podía dedicarse en exclusividad a su puesto de trabajo.
         Lógicamente faltaba determinar qué significaba el término EXCLUSIVIDAD. Pues era lo más ilógico del mundo, ya que no se  exige más dedicación, ni más horas, ni más preparación, tan sólo que no obtengan ingresos que no procedan de su vinculación con el SAS; o sea, no se trata de no trabajar en la medicina privada, se trata de que no puedes tener ni una tienda de artículos de regalo. La mayoría de los médicos que conozco tienen vocación, le gusta su trabajo, estudian en casa, preparan sesiones clínicas fuera de su horario laboral sin importarles si están o no en “exclusiva”, sencillamente lo hacen porque les gusta, porque es necesario para su formación.
         En otras comunidades autónomas ésta aberración no existe, incluso en otros organismos, la dedicación se cataloga por horas (dedicación de 6 horas, media, plena, total o exclusiva), llevando apareado el número de horas a trabajar semanalmente. En nuestra Andalucía resulta que si tus necesidades están cubiertas o no quieres trabajar más que tus 37 horas y media semanales, pudiendo dedicar tus tardes a descansar cobras 600 euros más que si por las razones que sean (la mayoría porque necesitan alcanzar más ingresos) por las tardes trabajas en la medicina privada.
         Lógicamente mi  amiga anestesióloga no salía de su sorpresa cuando descubrió que la exclusividad en Andalucía no quiere decir lo mismo que en Madrid. El complemento de exclusividad lo están cobrando en comunidades que entienden que se otorga a todo aquel que tiene el máximo horario de dedicación…. sin contar las horas de guardia, es decir lo cobran TODOS LOS MÉDICOS. Sobre las guardias debería puntualizar que son obligatorias, y no es un derecho del médico a realizarlas, incluso hay servicios que no las pueden realizar. Para colmo realizando en una semana una guardia de 24 horas sólo se debería trabajar dos días más para cumplir el horario vigente, y aunque se debería retribuir como horas extraordinarias, se está valorando en menor medida que la jornada ordinaria.
         Para colmo, ahora se empieza a aplicar una norma del año 2007, incluso para aquellos que ganaron sus plazas con anterioridad a ésa fecha. De forma desagradable estamos presenciando cómo compañeros que han ganado una plaza de cargo intermedio en una oposición, ven cómo son destituidos de su jefatura por tener algún tipo de ingreso fuera de los que le reporta el SAS. Paradójicamente los compañeros a los que me refiero son los que tienen mayor reconocimiento profesional tanto entre sus compañeros como entre los pacientes, y son los que tienen mayor responsabilidad, los que organizan el trabajo, los que con su esfuerzo ganaron una plaza que ahora le quitan por una razón tan absurda como ésta. ¿Qué se pretende con estas medidas? ¿Alguien controla el esfuerzo y la dedicación de éstas personas?.
         En el año 86 gozábamos de una medicina pública que derrochaba salud con o sin exclusividad, ahora nada más tenemos que asomarnos a la prensa para ver a dónde hemos ido a parar. A los médicos más jóvenes les hacen un contrato del 75% de la jornada en el mejor de los casos, mermando el sueldo en una cuarta parte, y además se les pide que NO TRABAJEN MÁS si quieren cobrar la exclusividad. Es decir “trabaja menos si quieres ganar más”. El mundo al revés.
¿Qué tipo de proyecto se está edificando? El mensaje está claro, las normas andaluzas nos llevan a un camino de irracionalidad con el beneplácito de nuestros políticos que consienten que ésta situación se perpetúe sin saber a quien beneficia pero sabiendo a quien se perjudica claramente: a los profesionales y a los pacientes.

¿A dónde vamos? ¿Cuál es el rumbo? Si lo hay, nadie lo comunica. ¿Se trata de subsistir a la crisis tomando medidas para disminuir el capítulo de nóminas?, si es así, estamos igual que en otras comunidades cuyas políticas sanitarias son criticadas por nuestras autoridades sanitarias poniendo de ejemplo la excelente sanidad andaluza. Con todas estas medidas me da la impresión de que se predica que seamos exclusivos pero interesa que no lo seamos y ahorrarse así la “exclusividad”.

Para nuestros compañeros ginecólogos afectados, nuestro ofrecimiento para ayudarles, comprenderlos y apoyarlos.

Andrés Carlos López Díaz.
Presidente de la Asociación de Ginecólogos y Obstetras Malagueños.

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